Fue a comienzo de los noventa cuando las aventuras de Leonardo, Donatello, Rafael y Michelangelo se llevo a la gran pantalla. Películas muy entretenidas, y cuya primera entrega tuvo bastante éxito entre los muchos admiradores de estas cuatro tortugas mutantes. Pero, a pesar de haber conseguido estrenar una segunda entrega, el nivel alcanzado en estas producciones distaba mucho de lo que el verdadero fan de las Ninja Turtles esperaba.
No fue hasta verano del 2007 cuando, tras muchos años especulándose con una nueva adaptación, se decidieron a llevar a la gran pantalla una visión distinta de estos cuatro héroes con caparazón. En esa ocasión se optó por dejar de lado la imagen real, y realizar todo el trabajo en animación digital. Algo que les aseguraba una cómoda factura técnica, pero que no tuvo muy buena aceptación entre el público en general.
Siete años mas tarde, con Michael Bay como productor y Jonathan Liebesman detrás de las cámaras, la gran industria americana nos vuelve a traer las aventuras de estos curiosos anfibios, en una cuantiosa superproducción. Un film que combina actores reales con animación digital, en lo que se supone el comienzo de lo que será, si la taquilla responde, de una nueva saga.
Como no podía ser menos, en esta nueva toma de contacto con las Ninja Turtles, el film comienza a contarnos el origen de estos superhéroes con caparazón, Si en un principio se rumoreó que el guión de Josh Appelbaum y André Nemec iba a darle un giro total a la procedencia de las tortugas, situando su génesis en otro planeta, por suerte para los puristas finalmente se optó por la fórmula clásica de los experimentos con mutágenos.
El film comienza de forma bastante contundente, con un intento de asalto del conocido como "clan del pie", que es abortado por unas sombras que reparten estopa ocultos en la oscuridad. Este hecho provocará la ira de Shredder, que desea eliminar a toda costa a estos molestos y misteriosos héroes.
Este sería el punto de partida de un film al mas puro estilo Bay, donde humor y acción van cogidos de la mano en todo momento. Algo bastante habitual en las superproducciones de este tipo, en los que los efectos visuales tienen un mayor peso específico comparado con el aspecto interpretativo.
Una actriz acostumbrada a este tipo de blockbuster es Megan Fox, que ya trabajó en otra exitosa saga como era Transformers, y en la que también estaba involucrado, como director, Michael Bay. Su rol como la periodista April O´neil está a la altura de lo esperado, no derrochando un exceso de aptitudes artísticas, pero si cumpliendo con su personaje.
Junto a ella encontramos a William Fichtner, en el papel del científico Erick Sacks. Este actor, cuyo papel más conocido es en el film de Christopher Nolan, El Caballero Oscuro, cumple bien en su papel de villano. Quizás la historia le otorga mayor protagonismo que al verdadero enemigo de las tortugas de metro ochenta, pero calza bien con la trama.
Tohoru Masamune, que curiosamente también trabajó bajo las ordenes de Nolan en Origen, es el encargado de dar vida al "Despedazador", el enemigo más duro y conocido de los héroes del film. Sus apariciones son bastante escasas a lo largo de la historia, siendo mas mentado que visualizado. Sobre todo por el hecho de que en las veces que aparece en pantalla lo hace bajo su pesada armadura.
A pesar de todo el reparto de carne y hueso, los verdaderos protagonistas de esta obra son digitales. El trabajo realizado para crear de forma digital las cuatro tortugas mutantes y su maestro es espectacular, llevando el prestigioso sello de Industrias Light&Magic a sus espaldas. El resultado obtenido es muy bueno, no desentonando la mezcla de imágenes reales y digitales, algo que podría haber lastrado mucho el resultado global.
Lula Carvalho, que recordará este año por haber dado el gran salto a los films de elevado presupuesto, pone fotografía a este espectacular film. Para ello se ayuda de un Nueva York bastante gris y de las nevadas escenas nevadas de las escenas que ocurren fuera de la ciudad.
Una película de este género requiere una banda sonora que acompañe la acción, siendo Brian Tyler el encargado de componerla. Las pistas de audio utilizadas son vibrantes, apoyando la música sinfónica de algunos temas de hip hop, estilo musical al que son aficionados los protagonistas de la película.
Resumiremos diciendo que Ninja Turtles llega en el momento apropiado para revitalizar unos personajes que parecían haber caído en el olvido. Los cien minutos de metraje se hacen bastante entretenidos, combinando mucha acción, buenos efectos especiales y los divertidos comentarios de estas tortugas, a las que no debemos perder la pista de cara a un futuro no muy lejano.
Este sería el punto de partida de un film al mas puro estilo Bay, donde humor y acción van cogidos de la mano en todo momento. Algo bastante habitual en las superproducciones de este tipo, en los que los efectos visuales tienen un mayor peso específico comparado con el aspecto interpretativo.
Una actriz acostumbrada a este tipo de blockbuster es Megan Fox, que ya trabajó en otra exitosa saga como era Transformers, y en la que también estaba involucrado, como director, Michael Bay. Su rol como la periodista April O´neil está a la altura de lo esperado, no derrochando un exceso de aptitudes artísticas, pero si cumpliendo con su personaje.
Junto a ella encontramos a William Fichtner, en el papel del científico Erick Sacks. Este actor, cuyo papel más conocido es en el film de Christopher Nolan, El Caballero Oscuro, cumple bien en su papel de villano. Quizás la historia le otorga mayor protagonismo que al verdadero enemigo de las tortugas de metro ochenta, pero calza bien con la trama.
Tohoru Masamune, que curiosamente también trabajó bajo las ordenes de Nolan en Origen, es el encargado de dar vida al "Despedazador", el enemigo más duro y conocido de los héroes del film. Sus apariciones son bastante escasas a lo largo de la historia, siendo mas mentado que visualizado. Sobre todo por el hecho de que en las veces que aparece en pantalla lo hace bajo su pesada armadura.
A pesar de todo el reparto de carne y hueso, los verdaderos protagonistas de esta obra son digitales. El trabajo realizado para crear de forma digital las cuatro tortugas mutantes y su maestro es espectacular, llevando el prestigioso sello de Industrias Light&Magic a sus espaldas. El resultado obtenido es muy bueno, no desentonando la mezcla de imágenes reales y digitales, algo que podría haber lastrado mucho el resultado global.
Lula Carvalho, que recordará este año por haber dado el gran salto a los films de elevado presupuesto, pone fotografía a este espectacular film. Para ello se ayuda de un Nueva York bastante gris y de las nevadas escenas nevadas de las escenas que ocurren fuera de la ciudad.
Una película de este género requiere una banda sonora que acompañe la acción, siendo Brian Tyler el encargado de componerla. Las pistas de audio utilizadas son vibrantes, apoyando la música sinfónica de algunos temas de hip hop, estilo musical al que son aficionados los protagonistas de la película.
Resumiremos diciendo que Ninja Turtles llega en el momento apropiado para revitalizar unos personajes que parecían haber caído en el olvido. Los cien minutos de metraje se hacen bastante entretenidos, combinando mucha acción, buenos efectos especiales y los divertidos comentarios de estas tortugas, a las que no debemos perder la pista de cara a un futuro no muy lejano.
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