martes, 9 de julio de 2013

Crítica de After Earth


Este verano del 2013 se va a caracterizar por la gran horneada de films de ciencia ficción que nos llegan desde el otro lado del Atlántico. Y es que parece que en épocas de crisis todos miramos hacia el futuro en busca de la llegada una situación mejor.

After Earth nos presenta un futuro poco prometedor, en el que la Tierra ha sido declarada como planeta no habitable para la especie humana. Por este motivo, toda la población fue trasladada hasta otro sistema planetario, más concretamente hasta Nova Prime donde proseguiríamos con el desarrollo de nuestra especie.

Pero en este nuevo hogar nos encontraríamos con una especie alienigena que intentaría, por medio de unas bestias llamadas skrels, acabar con los nuevos habitantes y continuar con su dominio sobre el planeta. Estas letales criaturas se cegaban cuando sus adversarios dominaban su miedo en un proceso que se conoce como "fantasmación" del cual el el Comandante Cypher Rage es su gran precursor.

Durante el traslado de una de estas criaturas a una de las bases que los Ranger Unidos tienen desplegadas por toda la galaxia, un campo de meteoritos provoca que la nave de transporte deba hacer una maniobra de emergencia y termine aterrizando sobre el hostil Planeta Tierra. El transporte se rompe en dos, quedando como únicos supervivientes el comandante Cypher y su hijo Kitai, que deberán buscar la forma de salir de aquel lugar que una vez fue nuestro hogar.

Este es el punto de partida de la historia que nos presenta el guión de Gary Whitta y que pone en pantalla el controvertido autor de origen indio, M. Night Shyamalan. Y es que desde que nos sorprendiese a comienzos de siglo con "El Sexto Sentido", la carrera de este director ha sido una enorme colección de malas críticas. Las elecciones de los guiones no fueron las mas acertadas, y en ocasiones nos hemos encontrado con personajes excesivamente planos que eclipsaban el resto del trabajo de Shyamalan y su equipo.

Con la finalidad de atraer al público en general y contar con un abanderado cuyo carisma se vendiese por si solo se optó por contratar al carísimo Will Smith, que parece haberle cogido gusto a eso de vivir en el futuro. Pero en esta ocasión no vendría solo, ya que como hiciese en "En Busca de la Felicidad" recurre de nuevo a su hijo para acompañarle en esta nueva aventura.

A decir verdad, el que termina acompañando al hijo, desde la lejanía, es el propio Will Smith ya que todo el peso de la acción recae sobre Jaden Smith. El joven intérprete que nos sorprendió gratamente en la nueva versión del ochentero Karate Kid, en esta ocasión nos deja un poco mas helados. Su personaje denota una falta de fuerza y carisma enorme, no consiguiendo enganchar plenamente con el espectador, y siendo uno de los principales peros que ponerle al film. Este actor puede ofrecer mucho más de si, por lo que presuponemos que Shyamalan no ha sabido sacarle partido al talento de Jaden.

Pero esto no es lo único negativo que podemos destacar de la obra, ya que muchos son los momentos surrealistas que nos encontramos a lo largo de los 100 minutos que dura la acción. Que un halcón gigante te salve de una helada o que el protagonista tenga que escalar un volcán en erupción, cual Frodo en el Monte del Destino, rompen todas las reglas de la lógica y resta seriedad a una película que en ningún momento se ha vendido como comedia del género. Hechos como estos restan interés a la obra y hacen que el guión pierda ese ápice de seriedad que se suponía.

Obviamente todo no va a ser negativo y la banda sonora de James Newton Howard es uno de los aspectos mas positivos del film. Consigue una partitura que se ensambla perfectamente con la acción, destacando uno de los movimientos a piano poco usuales en las composiciones del género. Acompañándola una muy buena fotografía de Peter Suschytzky, cuyo trabajo hemos disfrutado en películas como "El Imperio Contrataca" o "Mars Attack!". La fotografía resulta realmente atractiva, con un planeta tierra lleno de vegetación y dominada por el color verde que contrasta con los blancos y grises de las heladas nocturnas.

Si dentro de la filmografía de M. Night Shyamalan deberíamos clasificar After Earth, la incluiríamos dentro del grupo de "El último Airbender". Creaciones con enormes dosis de efectos especiales, que prometían mucho, pero que decepcionan porque, habiendo un potente material, el resultado no es lo redondo que cabría esperar. Y es que a pesar de contar con un actor tan de moda como es Will Smith,  está muy desaprovechado en detrimento de su hijo, que no ha sabido aprovechar una gran oportunidad para hacerle sombra a su padre y aumentar su caché.

Podemos resumirlo como un film entretenido, que abusa excesivamente de los flashback, y que podría haber dado mucho más de sí en manos de otro director mas creativo y atrevido que el cada vez más decepcionante Shyamalan.

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