martes, 19 de febrero de 2013

La música de las películas de Quentin Tarantino



Desde Hellofriki seguimos sorprendiendo a nuestros oyentes y en esta ocasión,  con motivo del estreno de Django Desencadenado, nos salimos de lo habitual y hemos grabado un especial sobre Quentin Tarantino, creador del film.

Pero alejándonos de los convencionalismos habituales, hemos optado por hacer una visión de este provocador director a través de las canciones que conforman sus bandas sonoras. Un remix musical, completo y variado que nos acercan míticos films como Kill Bill, Malditos Bastardos o la aclamada Pulp Fiction.

Presentado por Victor M. Yeste, dirigido por M.C. Catalán y con las aportaciones de Manuel Callejo, Ricardo y un servidor promete revivir algunos de los films más polémicos de los últimos años, con una experiencia musical al mas puro estilo Tarantino.

Desde AQUÍ podéis descargar el audio.

sábado, 16 de febrero de 2013

Crítica de La Jungla 4.0


Si hay una Saga apreciada por los aficionados al cine de acción, es la que en 1988 crease un John McTiernan que venía de triunfar con Depredador. Tras el éxito de la hazaña heroica del detective John McClane en aquella torre acristalada, volvió a repetir situando la acción, esta vez en un aeropuerto. Tiempo después, viendo que la fórmula seguía funcionando, se decidió lanzar una nueva entrega del detective mas duro de Hollywood haciendo pareja junto a Samuel L. Jackson en La Jungla, La Venganza.

Doce años habían pasado desde esta última secuela hasta que los estudios Twentieth Century Fox, se decidió a dar luz verde un proyecto del que se llevaba mucho tiempo especulando. A diferencia de los films anteriores, se optó por prescindir de McTiernan y dejar esta cuarta entrega en manos de un director que, a pesar de no tener un gran número de creaciones a sus espaldas, demostró con Underworld que tenía dotes suficientes para el cine de acción.

Len Wiseman se encontraba desde que le ofrecieron el proyecto con lo complicado que sería ofrecer un producto original, tras haber explotado mucho la saga con las entregas anteriores. Además, el protagonista de la franquicia, McClaine, contaba con quince años más de edad a sus espalda, lo que suponía un aspecto a tener en cuenta a la hora de enfocar las escenas de acción.

Pero el director californiano tuvo la suerte de encontrarse con el guión de Mark Bomback que, además de mantener la línea argumental de las anteriores, ha sabido actualizarla con la era digital que vivimos hoy en día. Los asaltos a edificios in situ han dejado paso a los delitos telemáticos, a través de redes inalámbricas y las conexiones vía satélite. Este es el punto de partida de La Jungla 4.0 donde varios aficionados a la piratería informática han sido asesinados tras programar pequeñas aplicaciones informáticas pagadas a precio de oro. Esto pone en alerta al FBI que encarga a John McClaine que recoja a uno de estos hackers para llevarlo a un edificio federal a ser interrogado. A partir de aquí el duro detective se verá involucrado en un caos total, que pondrá en peligro la seguridad y economía del país mas desarrollado del globo.

Si analizamos el planteamiento del film, vemos que a pesar de tener algunos excesos de "fantasmadas", no es cierto que actualmente casi todos los aspectos de un país van controlados a través de la red de redes por lo que la trama propuesta no es tan descabellada como se podría pensar, sirviendo de inspiración a films posteriores como La Conspiración del Pánico. Pero este además cuenta con el punto diferenciador de contar con Bruce Willis dando vida al personaje que mas carisma le ha aportado en esto del séptimo arte.

A pesar de contar ya con cierta edad, el actor no se arruga y demuestra que aquel dicho de "el que tuvo, retuvo" es cierto en muchas ocasiones. La década y media que había pasado, desde que nos asombrase en su cara a cara con William Atherton, no le han quitado sus ganas de seguir repartiendo estopa y lanzar sus típicas expresiones desafiantes que, en esta ocasión pondrá de los nervios a Timothy Olyphant.

El actor hawaiano consigue ofrecernos ese papel de antihéroe sin escrúpulos, capaz de cualquier cosa por conseguir sus objetivos. A pesar de no ser excesivamente expresivo, consigue que no le cojas precisamente simpatía y, a medida que se va desarrollando el guión, nos vayan aumentando las ganas ver el enfrentamiento con McClaine.

El trío de papeles de peso en el film lo completa un poco conocido Justing Long. Podemos afirmar que cumple a la perfección con su rol de freak informático, obsesionado con el mundo digital  y los algoritmos matemáticos. No es una actuación merecedora de ningún premio, pero ofrece lo que el guión requiere, algo más que suficiente para este tipo de género.

Kevin Smith, conocido como el Silencioso Bob de Clerks, Cliff Curtis o la guapa Maggie Q. son otros de los nombres que conforman el reparto de esta Jungla 4.0 a la que pone fotografía Simon Duggan. Este director que ya trabajo en I Robot o Underworl: Evolution, nos deja unas imágenes muy urbanas pero en ocasiones realmente espectaculares. Este es uno de los aspectos más destacados del film, ya que parte de la obra se asienta en su espectacularidad y el caos que en ella se muestra.

Un caos que se ve acompañado por la música de Marco Beltrami. Su partitura es acorde en todo momento con el desconcierto que vive el país tras la oleada de cyberataques que va viviendo, pero sin llegar al nivel de la que Michael Kamen realizó para las primeras entregas de la Saga. En este curto producto de la franquicia nos hemos encontrado con unos pentagramas mas funcionales que preciosistas, encajando muy bien con la acción pero dando poco resultado fuera de esta.

La Jungla 4.0 sigue los cánones del cine de acción de los ochenta pero dentro de un marco más actual. A pesar de que tarda un poco en arrancar y conseguir captar toda la atención, no debemos quitarle mérito al director que ha sabido renovar la saga y seguir manteniendo el interés por las hazañas de John McClaine. Uno de los peros que podemos ponerle al guión es el de haber tratado a los servicios de inteligencia como auténticos inútiles, cosa que mejora con algunas de las escenas eliminadas del montaje final, que Wiseman decidió recortar para enfatizar el grado de caos alcanzado. Una película para amantes de la acción que, a pesar de tener dos horas de metraje, no se hace para nada pesado, con imposibles escenas de acción y mucha adrenalina.

lunes, 11 de febrero de 2013

Crítica de Lincoln


Desde Hollywood, con esto de la crisis económica y política que está viviendo el mundo, se han empeñado en rescatar un nombre que resultó clave en el desarrollo de lo que hoy conocemos como el epicentro del capitalismo. Timur Bekmambetov nos ofreció este verano una visión heroica de Abraham Lincoln, donde el presidente era capaz de enfrentarse a un ejército de vampiros armado únicamente con un hacha. Una visión curiosa de la guerra de la secesión, donde las tropas sureñas eran apoyadas por estos casi inmortales seres, en una lucha que decidiría el futuro del país y de la existencia de la raza de color.

Este no iba a ser el único film que iba a tomar a este personaje histórico como protagonista, ya que varios meses mas tarde uno de los genios del celuloide presentaba Lincoln. Esta obra, que nada tiene que ver con la mencionada anteriormente, nos traía un periodo de la vida de este reconocido presidente estadounidense que fue crucial para para que los Estados Unidos llegase a ser lo que conocemos hoy en día.

Si el nombre del film puede llevarnos a la idea de que nos vamos a encontrar con un biopic al uso, en esta ocasión no se trata exactamente de eso. Lo que Steven Spielberg nos va a narrar, a lo largo de dos horas y media, es el intento por parte de Lincoln y su partido de abolir la esclavitud y llevar a su fin la guerra entre las tropas de los ejércitos confederados y del sur. Un homenaje a la aprobación de la decimotercera enmienda donde se declararían como libres a todos los ciudadanos de los estados confederados y, a la postre, de todo el territorio estadounidense.

Una historia así no podía llevarla  a la gran pantalla cualquier director ya que el guión, obra de Tony Kushner, podría llegar a resultar demasiado pesado. Si hay alguien capaz de coger un tostón y hacerlo que resulte entretenido y atractivo, ese es Steven Spielberg. El director californiano nos tiene acostumbrados, cada cierto tiempo, a realizar una obra más personal de lo habitual con la finalidad de, además de llegarle al público, colarse en las quinielas de favoritos de los premios de la Academa. A escasos días para conocer los galardonados, podemos confirmar que Lincoln se encuentra allí por méritos propios, aspirando a las estatuillas más importantes.

Y es que el sello del "rey midas de Hollywood" está presente en cada plano de esta producción, en la que se han invertido 65 millones de dolares. Como es habitual en sus creaciones, abre la película de forma espectacular, con escenas bélicas y un presidente que ya desde los primeros diálogos consigue llamar la atención y atraparte con su verborrea. Un comienzo potente que, por desgracia, se suaviza excesivamente a medida que se va desarrollando la historia y que se salva en muchas ocasiones por la grandiosa actuación del Daniel Day-Lewis.

El actor, nacido en Greenwish, nos tiene acostumbrado a realizar papeles sobresalientes por lo que las expectativas puestas en este Abrahan Lincoln eran muy altas. Por suerte no defrauda y da vida a uno de los mejores roles de su dilatada carrera como actor. En todo momento hace creíble el personaje al que encarna, regalándonos momentos realmente increíbles y monólogos que, muy probablemente, le lleven a hacerse como mejor actor en la presente gala de los Oscar.

Junto a él, nos encontramos con una sorprendente Sally Field, que actualmente prepara la secuela de The Amazing Spiderman. Su rol en la historia es fundamental como esposa de Abraham Lincoln, y a pesar de andar a la sombra de la interpretación de Day-Lewis, realiza un trabajo sensacional imprimiendo fuerza y carácter a su personaje. Una actuación que se complementa a la perfección con el del actor principal y que le ha valido su nominación, como mejor actriz principal para los premios de la Academia.

El otro nombre destacado del film, y con grandes posibilidades de ganar el Oscar a mejor actor secundario, es el del veterano Tommy Lee Jones. El tejano, a pesar de tener apariciones esporádicas, borda su papel de acérrimo defensor de la igualdad entre blancos y negros. Cada aparición suya supone un vuelco a la historia y consigue transmitir el pensamiento de su personaje en cada gesto y cada palabra, con un lenguaje menos adornado que el de Lincoln, pero igualmente efectista. Una nominación mas que merecida la de este intérprete que siempre está a la altura.

Joseph Gordon-Levitt es uno de los actores de moda al otro lado del charco. Sólo en el pasado 2012 lo hemos visto hasta en cuatro producciones, en papeles de mayor o menor importancia, pero codeándose con los grandes del mundillo. En esta ocasión encarna a Robert Lincoln, el hijo mayor del presidente y que se encuentra en continuo enfrentamiento con su progenitor. El sobreproteccionismo al que se ve sometido, gracias a la posición política de Abraham, está en conflicto con sus ansias de servir a su país en la guerra. A pesar de dedicar algo del metraje a explicar este enfrentamiento, se ve que es un mero instrumento para demostrar lo dañada de la situación entre Lincoln y su esposa, que viene sufriendo reiterados ataques depresivos a raíz de la muerte de uno de sus hijos.

David Stratharin, James Spader o John Hawkes son otros de los nombres que componen el numeroso reparto utilizado en el film. Actores que cumplen a la perfección con su cometido y que tienen sus mejores momentos en la  sala del congreso, donde se pone a debate la aprobación de la decimotercera enmienda.

Si algo tiene Steven Spielberg es que es capaz de coger una historia sin mucha chicha y exprimirla al máximo tirando de buenos actores y haciendo uso de una magnífica fotografía. Como es habitual en sus producciones es Janusz Kaminski quien nos pone en escena una imagen impecable de la obra, haciendo uso para esta ocasión de tonos bastante apagados en concordancia con la época de guerra e incertidumbre en la que se desarrolla la obra. Visualmente es una maravilla a pesar de no ser un film que tenga largos exteriores o excesivas escenas impactantes, visualmente hablando.

El trío de directores habituales en las obras del californiano lo cierra el  veterano maestro John Williams. A pesar de anunciar su retirada, nos regala como última gran composición una música preciosista, muy melódica y con fuerza, como es habitual en sus partituras. Los pentagramas encajan perfectamente con la trama, enfatizando aún mas las miserias y grandezas de uno de los personajes mas influyentes de la historia del mundo moderno.

Con doce nominaciones a los Oscar, Lincoln se sitúa en la cabeza de las listas para llevarse los galardones más importantes del pasado 2012. Sería injusto decir que tanto la puesta en escena, como las interpretaciones y el aspecto visual no son de una firma sobresaliente pero, por desgracia para nosotros, quizás la historia la veamos demasiado lejana y poco atractiva. Este film nos sirve para contemplar que la corrupción política no es algo de nuestro tiempo, sino que viene desde mucho atrás, y puede servir tanto para el lucro personal como para hacer justicia. Este es quizás el aspecto mas sorprendente de un político que muchos tacharíamos de inmaculado, pero que tuvo que tirar de mentiras y artimañas para, eso si, conseguir un bien necesario.

El problema es que para llegar a esto, nos encontramos con un metraje excesivamente amplio, con continuos cambios de ritmo que puede resultar cansino, y que a pesar de ser una historia bien narrada y mejor puesta en pantalla, está destinado mayoritariamente al público estadounidense. Una película con una gran firma y todo lo necesario para triunfar en territorio americano, pero que fuera de sus fronteras va a tener el handicap que no todo el mundo va a saber apreciar la enorme calidad del film.

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