martes, 24 de junio de 2014

Crítica de Al filo del Mañana


¿Qué ocurriría si agitásemos en una cocktelera dos films tan dispares como Atrapado en el Tiempo y Starship Troopers? En un principio si nos cuentan que puede salir algo coherente, la reacción mínima que podemos tener es soltar una carcajada.

Al filo del Mañana es el claro ejemplo que no siempre lo ilógico tiene que ser un desastre. Esta obra, guionizada por Christopher McQuarrie, que ya coincidió con Cruise en Valkiria y Jack Reacher, nos traslada hasta un futuro no demasiado alejado en el tiempo. En él, la Tierra está siendo atacada por una raza extraterrestre a la que únicamente se le puede contener, de forma no muy efectiva, con la ayuda de exoesqueletos de combate. Un moderno sistema de defensa que ha conseguido llevar a los ejércitos unidos a su primera victoria. Un heroico hecho que será la antesala de la gran batalla que ha de librarse en tierras francesas.

Con esta premisa comienza la película dirigida por Doug Liman, un director que poco a poco se va encasillando dentro del género de acción, en el que se mueve como pez en el agua. La historia, que en sus comienzos parece ser la típica de villano convertido en héroe, nos sorprende desde los momentos iniciales con una serie de situaciones que parecen escaparse de toda lógica. Cage, que es el personaje al que da vida Tom Cruise, se ve envuelto en un bucle temporal del que parece no poder escapar.

El actor neoyorkino desde que protagonizase Minority Report, a las órdenes de Spielberg, parece haberle cogido gusto al género de la Ciencia Ficción. Tras la poco reconocida Oblivion, se enfunda en un exoesqueleto para meterse en el rol principal de un personaje que parece sacado de un videojuego al estilo Gears of War. Como suele ser habitual en el intérprete, desarrolla su cometido de forma sobresaliente, ofreciendo lo que la historia requiere, sin caer en excesos.

Junto a él encontramos a la atractiva Emily Blunt. Rita, como se llama su personaje, en una primera impresión nos puede parecer muy poco femenino, cubriéndose de una coraza muy propia de la teniente O´Neil. La actriz realiza su trabajo con suficiencia, no siendo un papel memorable pero que funciona a lo largo de las casi dos horas de metraje.

Bill Paxton es el tercero en discordia de los nombre de caché del film. Enfundado en los galones del Sargento Farell será la primera piedra en el camino de Cage. Tampoco podemos decir mucho de una interpretación demasiado escueta para un actor de su talla.

Dejando de lado las interpretaciones lo realmente atractivo de la obra, además de su guión, es lo espectacular de sus imágenes. Una fotografía a cargo de Dion Beebe, ganador de un Oscar por Memorias de una Geisha, que destaca por usar tonos muy fríos, muy acorde con el distopico futuro que se avecina. La escena del desembarco, llena de caos y desconcierto, es de los mejores momentos de la película... sobre todo la primera vez que la vemos.

Todo esto acompañado por las partituras de Christopher Beck, un compositor con un amplio número de obras a sus espaldas, con una carrera muy prolífica en el género de la comedia. En esta ocasión sus melodías se ensamblan perfectamente a la acción, con movimientos a los que no le faltan fuerza cuando la situación lo requiere.

Al filo del Mañana es producto de un refrito de distintos elementos del género de la ciencias ficción. Solo hay que ver el diseño de los invasores, que tienen una clara inspiración de los centinelas de Matrix. Pero, por suerte para los amantes del género, tiene la virtud de haber conseguido mezclar todo ello de forma efectiva y original. Una película que destaca por ofrecernos algo distinto a lo que es tipo de obras nos muestra en los últimos tiempos, siendo un soplo de aire fresco para un espectador cada vez más difícil de sorprender.

viernes, 6 de junio de 2014

Crítica de Maléfica


Rara es la persona que no conoce el clásico cuento de La Bella Durmiente, una historia tradicional infantil que Disney se encargó de inmortalizar en una obra de animación del mismo título. La película, estrenada en 1959, se convirtió en todo un símbolo de los estudios fundados por Walt Disney, haciendo del castillo de la Princesa Aurora en todo un símbolo.

Tras innumerables readaptaciones de todas clases, 55 años mas tarde llega a nuestras pantallas una nueva visión, de este clásico, bajo el nombre de Malefica. Una producción que, a diferencia de la original, la historia que narra no coincide exactamente con lo que hasta ahora nos habían contado.

El guión, obra de Linda Woolverton y Charles Perrault, nos traslada hasta el reino de las hadas, donde una joven y alada Malefica protege a las asombrosas criaturas del pantano de los intentos de conquista de los hombres. Su belleza y dulzura provocan que un joven, llamado Stefan, despierte un sentimiento hasta entonces desconocido para ella. Pero las ansias de poder terminan por corromper al joven noble, traicionando la promesa de amor verdadero y despertando los instintos mas perversos de la joven hada.

Robert Stromberg, que debuta en esta superproducción como director, nos deja clara, desde las primeras tomas, su experiencia al frente de los equipos de efectos visuales. El colorido y la espectacularidad abruman al espectador en cada fotograma, con una serie de secuencias preciosistas y realmente espectaculares. Y es que este novato cineasta, consigue en los primeros minutos del film, envolver al espectador en un mundo de fantasía gracias a la potente y policromática fotografía de Deam Semler. Paisajes de ensueño, llenos de vida que se van volviendo oscuros y tenebrosos, al mismo tiempo que lo hace Malefica.

Personaje al que da vida una extraordinaria Angelina Jolie. Su caracterización es muy buena, clavando el papel de una de las villanas mas conocidas del universo Disney. A nadie sorprende ya esta actriz, tanto por sus evidentes encantos como por la fuerza que imprime a sus personajes. En esta ocasión no iba a ser menos, pudiendo afirmar que su rol y su buen hacer es lo que más destaca en el aspecto interpretativo del film.

Elle Fanning es la otra actriz que, en un principio, comparte protagonismo con el personaje de Maléfica. La joven actriz, a la que pudimos ver bajo las órdenes de JJ Abrams en Super 8, da vida a Aurora, la princesa que deberá vivir con la maldición lanzada por la "bruja" durante sus primeros 16 años de vida. Si bien esta joven georgiana no hace desentonar mucho a su personaje, tampoco podemos afirmar que realiza el papel de su vida. Es un poco decepcionante comprobar como un rol que podría haber dado mucho mas juego, se queda en un mero e hierático personaje que no consigue enlazar totalmente con el espectador.

Pero como podemos comprobar con Brenton Thwaites en su papel de Príncipe Philips, el director ha dado una mayor prioridad a los aspectos técnicos en detrimento de los artísticos. Desde que aparece el joven actor en pantalla, transmite una alarmante falta de carisma, siendo este aspecto todo un lastre en cada una de sus escasas apariciones.

El otro rol que se salva, en parte, de la quema, es el que adquiere el actor Sam Riley. Su papel de fiel sirviente de maléfica protagoniza los momentos más amenos y entrañables de la obra. Un acierto para un personaje que en un principio no debía tener la importancia que va adquiriendo a medida que se desarrolla la historia.

El contrapunto lo encontramos en las tres hadas "buenas" a las que dan vida Lesley Manville, Imelda Stauton y Juno Temple respectivamente. Si bien el guión intenta mostrarnos unos caracteres divertidos y atractivos, consiguen el efecto contrario debido a lo exagerado y absurdo de las situaciones a las que exponen a estas tres hadas. Si en la obra original tenían mucho peso dentro de la historia, aquí dejan de tener el mas mínimo protagonismo y, lo que es peor, ningún tipo de interés.

Por último resaltar la aportación de Sharlto Copley dando vida al rey Stefan. Si bien podemos asegurar que su caracterización es bastante notable, en muchas ocasiones cae víctima de los propios excesos de su personaje, abusando excesivamente de la sobreactuación.

Si bien el aspecto interpretativo no puede resultar del agrado de todo el mundo, donde si estaremos de acuerdo es en valorar, muy positivamente, la magnífica banda sonora compuesta por James Newton Howart. Este genio de las partituras nos deleita con una composición musical llena de fuerza, que te mete de lleno en el fantástico mundo de Maléfica. Acordes que combinan momentos de mucha tensión con otros más melódicos entre los que podemos apreciar, agudizando el oído, algunas de las notas compuestas para la obra del 59.

Podemos resumir diciendo que Maléfica supone un viaje atrás en el tiempo, cuando veíamos las obras clásicas de fantasía, dejándonos atrapar por su magia sin buscar algo mas profundo. Es cierto que el guión no es todo lo redondo que podría haber sido, ni las interpretaciones son dignas de ganar ningún festival, pero tanto la puesta en escena  como la fuerza de su fotografía consiguen robar tu atención desde los primeros minutos del film. Una hora y media para volver a sentirte un niño y disfrutar de una superproducción que nos sorprenderá por ese giro de tuerca que le dan a una historia que, hasta ahora, no parecía que fuera a sorprendernos.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...